miércoles, 11 de mayo de 2011

Es el momento

La vida dicen que es un camino, un transcurso, un privilegio e incluso un tormento. Yo creo que la vida es un partido de baloncesto.
¿Por qué?
Lo bueno del baloncesto es que es un deporte dinámico, de equipo, siempre tienes que estar pendiente de todo lo que te rodea, al mínimo descuido un fallo defensivo puede mandar al traste veintitrés minutos de intensidad, derroche y esfuerzo.
Pero, no solo eso, también el engranaje puede estar engrasado y conseguir que el esfuerzo sea recompensado porque, a pesar de ir perdiendo de diez a falta de cinco minutos, todo puede pasar.
Hay que saber cuando pedir el cambio cuando sabes que no lo estás haciendo bien y tener la sangre fría cuando la pelota queme.
Por eso la vida es como un partido de baloncesto, de vez en cuando hay que pedir un cambio, relajarse, pensar las cosas detenidamente y cuando vuelvas a entrar al campo ni se te ocurra, repito, ni se te ocurra pensar por un momento que está perdido.
Queda partido todavia, he descansado, creo que me toca tirar del carro.